Derecha Europea e
“Israel Connection”
Modernizaciones
por Fortaleza y por Debilidad
En general, la
esperanza de mejorar mediante renovaciones está justificada allí donde las
circunstancias exigen adaptaciones periódicas, como en el campo de la técnica.
Por supuesto una modernización técnica puede adquirir un sentido político e
histórico, como Karl Popper observa respecto a la electrificación de Lenín o
como expresa Heidegger en cuanto a la dinámica del movimiento
nacionalsocialista. En ambos casos la modernización surgía desde una situación
de poder e intensificaba el sistema.
Renovaciones
surgen también desde una posición de relativa debilidad, como necesarias
concesiones ante resistencias tenaces. Allí queda en veremos el éxito de la
maniobra. Cuando un sistema decae, los gestos modernizadores anticipan su
extinción. El partido comunista de la Unión Soviética celebró en 1956 su XX
Congreso como una modernización (“desestalinización), una renovación irresoluta
que sólo se impuso en 1985 con Glasnot y Perestrojka – y que ya en 1991 aniquiló definitivamente el sistema.
La Iglesia
Católica celebró entre 1962 y 1965 el Concilio Vaticano II suponiendo que una
astuta adaptación a los nuevos tiempos acallaría críticas, atraería a creyentes
de otras confesiones y, en última instancia, aumentaría el propio peso
geopolítico. Empero, con aggiornamento, ecumenismo, declaraciones de la
libertad religiosa y cambios litúrgicos se obtuvo una debilitación general. Ya
desde el pontificado de Wojtila el Vaticano se empeñó en vano por contener los
daños: las iglesias quedan vacías, los sacerdotes se extinguen.
Ya lo advierte el
dicho burlón “los tiempos son malos pero modernos”: nadie puede aclamar
modernizaciones porque sí. Aquí y en avatares similares hay que distinguir y
examinar antes de aceptar las renovaciones. Ciertas derechas europeas,
especialmente las llamadas ultraderechas, ávidas de éxito, quieren modernizar
su acción y discurso. Ciertas circunstancias obligan a observar de cerca este
proceso.
Confusión en Teoría y Praxis
En el campo nacional alemán no puede ya disimularse
una confusión en la teoría y en la praxis. Librada a un adoctrinamiento tan
escaso como asistemático la formación ideológica ha seguido los caprichos del
azar, según qué libro, articulo o panfleto haya caído en algún momento propicio
en las manos de cada quien.
La multiplicidad
de patriotas, nacionalistas, conservadores, socialistas, revolucionarios,
neo-derechistas etc. dentro de un mismo campo, incluso dentro de un mismo
grupo, más que certificar exuberancia de ideas delata un relajamiento de
disciplina intelectual, una especie de ecumenismo azaroso donde cada cual
enarbola su slogan. Afortunadamente los componentes simbólicos producen una
compensación parcial: donde la ideología calla, habla la liturgia. La tan
criticada fijación en el pasado, con todos sus defectos, ejerce también una
función pedagógica: siempre y por doquier actitudes ético-políticas fueron
inculcadas a nivel intuitivo mediante el relato de historias. Pareciera que los
enemigos de la derecha han comprendido eso mejor que los paladines del aggiornamento.
La confusión
práctica acompaña a la teórica. Faltando experiencia política y modelos
inspiradores la ultraderecha obra sin reflexión, sea por impulsividad o por
costumbre. Sin atender a la demoscopía, sin esclarecimiento del terreno, sus
actividades se disparan como esos cohetes del Hamas, a la buena de Dios. Por
una cierta ironía la ultraderecha habla demasiado, y encima abiertamente, sobre
su estrategia y táctica.
En estas declaraciones
se atribuye a la estrategia (apertura a nuevos sectores del electorado,
alianzas con otros grupos, abandono del purismo ideológico, etc.) un valor muy
superior al que ameritan las modestas posibilidades del campo nacional. Al
igual que en el juego de ajedrez, la estrategia adquiere significado genuino
sólo a partir de un nivel ya avanzado, en el que errores tácticos se tornan
infrecuentes. Si el amateur, haciendo planes complejos sobre la estructura de
peones, deja sus figuras sin protección perderá irremediablemente la partida – para él sólo la táctica decide sobre victoria y
derrota. Análogamente, mientras una agrupación carece de peso a nivel nacional,
su suerte dependerá predominantemente de su habilidad táctica.
Pero en toda
confrontación el éxito depende del ocultamiento. Sobre el modus operandi
específico, sea táctico o estratégico, no se comenta nada en público. Goebbels
inició el diario Der Angrif con una ocurrencia táctica, pero la gracia
estaba en mantenerla en secreto. Mientras la confrontación perdura no se habla
de estrategia y táctica, sencillamente se obra. Quien las expone en público
muestra que él mismo no toma muy en serio sus planes. Sea como fuere, todo tipo
de desorientación tienta a fuerzas exteriores, que pueden aprovechar la oportunidad
para su propio juego.
El Callejón sin Salida de la
Ultraderecha
Cada deseo supone
una representación. ¿Por qué desearía un ciudadano normal votar por un partido
pequeño y relativamente desconocido? No hay razón suficiente.
Esencial para el
capitalismo es el control privado de los medios de producción. Esencial para la
democracia parlamentaria es el dominio de los medios de comunicación, esa
maquinaria que produce y ordena las representaciones colectivas. Obtener éxitos
electorales sin complicidad mediática es lento, costoso o imposible.
Los nacionalistas
se encuentran así en un callejón sin salida. Cuando los medios no los ahogan en
silencio informan sólo sobre lo negativo. Las manifestaciones quedan
neutralizadas si el Estado autoriza manifestaciones contrarias en el mismo
sitio. Así, entre un partido alternativo y su potencial electorado se yergue un
muro infranqueable.
¿Cómo puede los
nacionalistas franquear esa barrera? Los dirigentes ingenuos, sin mayores
ocurrencias, se entregan al ensueño en modo subjuntivo y potencial: “¡Si los
medios informaran sobre nosotros de manera objetiva! ¡Si nos invitaran a los
Talk-Shows! ¡Si nuestro aspecto fuera aceptable para el ciudadano normal! ¡Si
nos emancipáramos de las cuestiones de ayer! Ah, entonces podríamos acceder al
Parlamento nacional, tal vez al europeo, incluso salir de la oposición e
ingresar en coaliciones gubernamentales...” Soñar no cuesta nada.
El Vaciamiento Ideológico
El ensueño de la
derecha sugiere, como precio del éxito, un aggiornamento político, una
debilitación de la ideología y una modificación de la liturgia. Pero, dejando
de lado por un momento lealtades trascendentes, emerge la siguiente objeción:
Un partido es sólo medio para un fin. En una agrupación política la ideología
determina los fines objetivos, por lo tanto una debilitación del componente
ideológico acarrea un desdibujamiento de las finalidades objetivas. Pero allí
donde los fines objetivos se diluyen entran a tallar los fines subjetivos, es
decir los intereses particulares. Por lo tanto un vaciamiento ideológico de un
partido cosmovisional se traduciría en una metamorfosis, convirtiéndolo en un
lobby de intereses sectoriales, un club de candidatos in spe.
Incluso un lobby
semejante no experimentaría mayor éxito electoral. Un partido marginal,
independientemente de la ideología, compite por puestos y prebendas con los
partidos establecidos y éstos, a través de su poder mediático, se encargarán de
que el intruso no invada sus cotos de caza.
Este tipo de
modernización desde la debilidad podría relegarse al desván de los ensueños si
no incidieran fuerzas con otros designios. Varias señales inducen a sopesar
esta posibilidad.
Cambios de Paradigma
En el año 2001,
bajo incidentes espectaculares dignos de un Spielberg, los USA redefinieron su
enemigo. Desde ese momento la propaganda señaló un supuesto “terrorismo
islámico” como la nueva amenaza de Occidente. Tras las guerras contra
Afganistán e Irak ingresó Irán a la lista. No obstante, ni USA ni Israel se
sentían particularmente apremiados por la migración de etnías islámicas hacia
Europa.
Luce la kippa Geert Wilders, derecha populista holandesa |
La situación
cambió a más tardar en 2005, cuando Francia experimentó de cerca una primera
Intifada. Se puso en evidencia que una Europa islamizada absorbería conflictos
geopolíticos del Medio Oriente. Ningún apologista de la sociedad multicultural
podía enfrentar la enajenación étnica a cara descubierta, claro está, pero eran
posibles algunas maniobras de aproximación indirecta. Según fuentes de
información confiables comenzó a más tardar entonces un contacto de círculos
sionistas con la extrema derecha europea.
John Tyndall, entonces leader del British National Party (BNP) respaldó el ataque israelí a Gaza |
En Italia y
Austria ya había habido ese acercamiento y en Francia se dispuso pronto de
Sarkozy. Otras zonas requerían trabajo adicional. En Internet proliferaron las
páginas antiislámicas, ocasionalmente con el mensaje – sutil o grosero – de que Israel sería el aliado natural de Europa y
bien podría consentir una derecha moderna. En algunos pocos casos esa línea se
presenta abiertamente y sin tapujos por ejemplo en “Politically Incorrect”, una
página que se define de antemano como proamericana, proisraelita y adversa a la islamización de Europa.[1]
Los contactos se
extienden desde grupos informales de España hasta el Bristish National Party
y el flamenco Vlaams Belang.[2] Así surgió un pacto implícito, que habría que
entenderlo como un intercambio de señales con el siguiente tenor:
1.La agrupación o partido nacionalista debe mostrar
fehacientemente que toma distancia del Tercer Reich y del revisionismo,
concentrándose en la lucha contra la islamización en Europa (Eurabia)
2.Ese grupo o partido se abstiene de toda crítica a la
política de Israel
De visita en el Knesset (Parlamento de Israel): Hilmar Kabas, Andreas Mölzer, Heinz-Christian Strache (del FPÖ austríaco), Philip Dewinter (de Flaams Belang) y Rene Stadtkewitz |
3.Como contraprestación se ofrece una presencia en los
medios con comentarios relativamente objetivos
Denominamos “Israel Connection” esta interacción,
hasta hoy inadvertida, entre partidos de derecha europeos y los intereses
israelíes. Mediante ella los nacionalistas abandonarían el callejón sin salida
y acariciarían por fin perspectivas halagüeñas en su marcha hacia los
parlamentos. Lo que empezó como una ilusión se transforma en “Realpolitik”.
Cuatro Hechos: la KES
ejecución de ese plan. En 2006 un tal
Patrik Brinkmann, especulador financiero de Suecia, funda la “Kontinent Europa
Stiftung” (KES), desconcertante institución supuestamente dedicada a fines
científico-culturales, que debería reclutar a los intelectuales nacionalistas
de Europa. El tal Brinkmann, ya en la cuarentena, carecía hasta entonces de una
biografía política y de una formación cultural, académica o autodidacta.[3]
Hasta el día presente su fundación KES no dispone de una sede real ni de
estatutos. Las actividades se restringen a un par de encuentros en hoteles y la
edición de dos libros, uno de ellos de marcado carácter no ya antiislámico sino
filosemita.
Originariamente
pretendió la KES absorber al Thule–Seminar, lo que fue rechazado por Pierre Krebs. Él, P.
Vial y J. Haudry han abandonado la KES.
Guillaume Faye Redefine la Cuestión
Judia
En julio de 2007
apareció en Francia en Les Editions de Lore el último libro de G. Faye, La
Nouvelle Question Juive. La obra se estructura sobre la idea de que el
espíritu judío se situaría en las cercanías del helénico, el único enemigo de
Europa sería el Islam y que el revisionismo se reduciría a una absurdidad
metodológica de incompetentes. El libro no menciona el Holocausto sino, más
obsecuente, la “Shoah”. [4]
Pierre Vial ha
declarado que a partir de esa obra él y Faye recorren caminos opuestos. No deja
de tener valor informativo señalar que durante la composición de la obra Faye
fue recibido semanalmente y estimulado por Emmanuel Levy, funcionario de la
Embajada Israelí.
El Intangible Gideon Harvey
Pocos meses después, hacia septiembre de 2007,
apareció en Alemania una obra filosemita editada por la fundación KES y bajo el
pseudónimo Gideon Harvey: Feindliche Übernahme? Der Kampf des Islams um
Europa.[5]
Aquí también aparece frecuentemente la Shoah. Por supuesto se condena la
islamización de Europa, lo que asombra es la serie de concesiones históricas que
hasta entonces ninguna publicación alemana del campo nacional se había atrevido
a proponer. Motto del libro es una cita de del autor judío L. Schwarzschild
donde el bolchevismo es el sífilis primaria, fascismo y nazismo la sífilis
subsiguiente. En pág. 144 Harvey se pregunta:
También los actos de violencia contra el pueblo de la
Antigua Alianza muestran una tendencia creciente (...) ¿Cómo le irá a la
minoría judía en el 2030 si la República Federal es conducida a un curso
islámico?”
Andreas Molau |
Ahorro otras citas
por razones de espacio y clemencia. Aunque Harvey es un ejemplo exagerado él
nos indica qué aspecto tendría una modernización y de qué rincón proviene. Como
dato adicional consignemos que Andreas Molau, (miembro del directorio de KES),
quien es además presidente de la Gesellschaft für frei Publizistik y
aspiraba a convertirse en presidente del NPD en 2009, movió todos sus contactos
para impedir una recensión crítica de la obra de Harvey.
Udo Pastörs por TV
En cierto sentido
es Udo Pastörs, jefe de la fracción del NPD en Mecklenburg-Vorpommern, la
encarnación del nazi de películas. Molau trabajó desde 2008 bajo su conducción
como vocero de prensa, pero ya en 2007 hubo una sensacional sorpresa. En el
canal estatal NDR (15.10.07, 23 hs.) el público accedió al informe “Los Nuevos
Nazis”. Allí se presentaba a U. Pastörs con observaciones críticas, por cierto,
pero por otra parte con una inusitada objetividad. Con informes críticos de ese
jaez se puede vivir bien: aunque 80% de los espectadores se lleven una mala impresión,
en un 10% sucede exactamente lo contrario.
Es ya algo
extraordinario que la TV alemana informe algo sobre el NPD y mucho más que deje
caer sobre él una luz favorable. Desde luego no hay que suponer nada malo sobre
Pastörs, pero igual hay que observar su entorno con ojos críticos.[6] ¿Estamos ante un caso de anticipo propagandístico,
para probar lo que un pacto adecuado podría proporcionar? Sea como fuere, este
era el cuarto hecho. Indicios tomados aisladamente son pequeñeces y
casualidades, el problema se presenta con su acumulación.
Udo Pastörs |
Conclusión
La ultraderecha
progresista parece adoptar la lógica de Port-Royal con propósitos electorales.
Así como en los conceptos a menor comprensión resulta una mayor extensión,
correspondería en los partidos a menor caudal ideológico mayor afluencia
electoral. Este cálculo infantil no funciona si no suponemos que obran fuerzas
exteriores con designios propios.
Como en Faye y
como en Harvey ciertas derechas festejan el descubrimiento del antiislamismo
como común denominador. El encuentro de Viena a fines de enero de 2009 con el
infaltable Brickmann, representantes del
FPÖ austriaco (Strache, Mölzer), del movimiento PRO-Köln (Beisicht),
figuras como Molau, Dugin y otros personajes menores suministra un rostro a la
fiesta del vaciamiento ideológico.
Un fanático es
alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema; su porfía
puede irritarnos. Un pragmático en cambio es alguien que a cada momento ofrece
cambiar de temas y opiniones; él quiere agradar a todos. Los sofistas sostenían
que Sócrates era un fanático, alguien que siempre dice lo mismo de lo mismo.
Fanáticos y
pragmáticos son dos extremos, pero no del mismo valor. Probablemente nada
grande se hizo en este mundo sin una pizca de fanatismo ni una traición
prescindió de oportunistas. No se hable más, los dados ya están echados.
CARLOS DUFOUR
El presente artículo es una traducción resumida del texto
alemán aparecido a fines de marzo en Volk in Bewegung (1-2009), un
número obviamente destinado a influir sobre las elecciones internas del NPD (Nationaldemokratische
Partei Deustschlands) en abril de 2009 y que halló un eco
inusual. El artículo fue distribuido a todos los delegados del
partido y ganó la condena efusiva de algunos oradores de ese Congreso. A pesar
de la intención politica demasiado concreta y un exceso de color local juzgamos
no obstante que el texto contiene algunos datos y reflexiones que pueden ser de
interés para nuestros lectores. La voz "derecha" se usa en el texto
en sentido europeo, que no coincide exactamente con el sentido corriente en
Chile y en América Latina (NdlR.).
Publicado en Ciudad de los Césares N° 85, Junio/Agosto de 2009
[2] En algunos casos se trata de un ahondamiento
de relaciones preexistentes. Puede consultarse la polémica Tyndall vs Griffin
en el BNP a fin de los 90, p. ej. http://www.spearhead.com/0405-jt4.html.
[3] Cf. Metapedia en diversos idiomas p. ej. http://es.metapedia.org/wiki/Patrik_Brinkmann.
Al parecer Brinkmann desdeña su idioma natal. Los pocos escritos que circulan
bajo su nombre están compuestos en alemán por un ghost-writer. Es curioso que
estos escritos se refieran justamente a la modernización del nacionalismo y al
abandono de las cuestiones de ayer. En Suecia el mencionado filántropo había
tenido un proceso por evasión fiscal; de improviso trasladó su residencia a
Berlín bajo circunstancias no aclaradas.
[4] Una recensión de Jürgen Graf, desde el exilio
ruso, puede leerse en http://www.juergen-graf.sled.name/articles/la-fin-de-guillaume-faye.html
[5] El título equivale a: Adquisición Hostil?
La Lucha del Islam por Europa. Una recensión por Olegario de las Eras
apareció en Tierra y Pueblo, 4-2009, en Internet cf. http://www.tierraypueblo.com/index.php?option=com_content&view=article&id=53:banderas&catid=35:benefits&Itemid=53.
[6] Udo Pastörs y su adlatus Peter Jacob Marx
concedieron un reportaje al Tagesspiegel
(06.04.09) . Pastörs manifiesta que puede imaginarse una evolución semejante a
la de Fini (político italiano que condujo al MSI del “neofascismo” a la derecha
globalista de la Alianza Nazional, NdlR.).
Cf. http://www.tagesspiegel.de/zeitung/Die-Dritte-Seite-NPD-Reinickendorf-Bundesparteitag;art705,2767530.
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